30 dic 2010


Aplicaciones prácticas de sostenibilidad en los edificios

La edificación sostenible, tan manida últimamente, se basa hoy en día en los tres mismos principios de siempre: reducir, reutilizar, reciclar. Y abarca fundamentalmente las etapas de construcción y la de uso del edificio. Pero las consideraciones deben hacerse antes, durante el proceso de diseño del edificio.

Durante la fase de proyecto se establecen una serie de pautas de diseño y un orden de prioridades entre ellas. Existen criterios obligados y otros impuestos por la propiedad o promotora:
   -Normativa vigente de obligado cumplimiento
   -Criterios económicos: máximo rendimiento, mínimo coste, mínimo plazo de ejecución.

Normalmente, y sobre todo tratándose de edificios para vender (es decir, que el promotor no va a utilizar directamente el edificio), aquí terminan los criterios fundamentales. Los edificios en ‘autopromoción’, en los que el propietario final se implica desde un primer momento en el diseño, pueden incluir otros criterios o requisitos.

Sin embargo no es habitual que se tengan en cuenta criterios de sostenibilidad en el diseño de los edificios. Las nuevas normativas de obligado cumplimiento están avanzando en este sentido, introduciendo el concepto de sostenibilidad y obligando a cumplir unos mínimos. Ejemplo de esto es que, actualmente, el Código Técnico de la Edificación español obligue a cubrir una parte del consumo de agua caliente con energía solar térmica.

Aún así, la normativa actual aplicada estrictamente sólo obliga a construir edificios de clase energética D. Si lo comparamos con otro tipo de productos, en los que las instituciones están financiando la compra de electrodomésticos de clase A, veremos que nuestra legislación está a día de hoy totalmente anticuada.

Surgen entonces una serie de preguntas:
   -¿se pueden construir edificios de clase energética A?        SÍ
   -¿Es mucho más caro el hacerlo así?                                    NO
   -¿Por qué no se hace, entonces?
a) porque no es obligado. Si el promotor puede ahorrarse 200€ en una vivienda, a costa de que el propietario del edificio se gaste 100€/año más en calefacción, lo hará. Si el arquitecto puede emplear 20 horas menos de trabajo en el proyecto del edificio, lo hará.
b) porque al no ser obligado, no es rentable investigar sobre ello. Hay soluciones baratas que no se desarrollan industrialmente porque no hay mercado para ellas. Ningún promotor solicitará que se instalen, ningún constructor pedirá precios y no sabrá cuánto cuesta.
Voy a citar ahora algunos criterios de diseño que, de ser tenidos en cuenta en el proceso de proyecto, permitirían mejorar la sostenibilidad de muchos edificios sin incrementar excesivamente los costes de construcción (pongo una referencia aproximada para un edificio de viviendas).

i)Incremento del aislamiento térmico del edificio. (+300€/vivienda)
ii)Eliminación de los puentes térmicos (0€/vivienda)
iii)Aprovechamiento horario de la luz natural (0€/viv)
iv)Mejora térmica de la ventilación con muros trombe (+100€/viv)
v)Reducción de la envolvente del edificio, reduciendo los entrantes y salientes (0€/viv)
vi)Iluminación mediante luz fluorescente (general) y LED (focalizada) (+200€/viv)
vii) calefacción mediante suelo radiante y bomba de calor (+3000€/viv)
viii)control de la temperatura mediante sondas térmicas (+300€/viv)
ix)reducción de la inercia térmica de los espacios útiles (0€/viv)
x)reutilización de las aguas del edificio para riego y cisternas (+200€/viv)

Estas 10 medidas, correctamente aplicadas, podrían reducir el consumo energético de la vivienda en un 80%. Calculad cuánto dinero os ahorraríais en los años que dura vuestra hipoteca entre luz y gas/gasóleo.

Incorporar estos criterios en la fase de diseño supone un esfuerzo extra para el arquitecto, que debería emplear más horas para cuadrar correctamente el diseño final.

Para un promotor/constructor, en un edificio de 12 viviendas, le suponen gastarse +50.000€, que si lo comparamos con el coste de construir el edificio (en torno a 1.200.000€) supone únicamente un 4%.

Las únicas formas que se me ocurren de que estas medidas y otras se apliquen, serían:
   -Obligatoriedad de construir en clase energética A.
   -Ayudas a la construcción sostenible.

Como os comentaba antes, todos estos criterios no existen en edificios de promotoras. Actualmente debe ser el cliente el que solicite todos estos ‘complementos’ a la hora de diseñar el edificio. Os dejo a continuación un enlace a un proyecto de vivienda unifamiliar en el que se están aplicando estos y otros criterios de sostenibiliad, alcanzándose sobre el papel una categoría energética A++.

www.ecofamilyhouse.com