10 dic 2010

De la sostenibilidad (III): del equilibrio material, energético, económico, socio-laboral.

Partiendo del concepto de equilibrio dinámico y sus límites de estabilidad, principalmente temporales, podemos analizar diferentes aspectos en los que influye en nuestra sociedad. He escogido cuatro, aunque hay muchos más, pero teniendo en cuenta que se ven afectados unos por otros, ya me parece suficientemente complejo.

Podemos comenzar por analizar (de momento muy superficialmente), las denominadas actitudes sostenibles de las que tanto oímos hablar cada día.

Por empezar por algún sitio, tenemos a las famosas 3 erres mayúsculas: Reducir, Reutilizar, Reciclar.
Las dos primeras tienen como fin frenar el ritmo de desequilibrio: si gastamos menos, y si lo que gastamos nos 'sirve' más tiempo, sin duda estamos frenando la velocidad del desequilibrio.
La tercera, reciclar, incide en frenar el desequilibrio material, al permitir que los materiales utilizados para -por ejemplo, una bolsa plástica,- puedan reaprovecharse para hacer otro producto plástico. Pero ¡ojo!, para ello hay que gastar energía, dinero y mano de obra en dicha reconversión.

Siempre será mejor, y nunca contraproducente, USAR MENOS COSAS, UTILIZARLAS TANTAS VECES COMO SEA POSIBLE y, cuando finalmente ya no sirvan, reciclarlas. De la misma forma, conviene diferenciar lo que deja de sernos útil a nosotros -pero que podrían utilizar otros- de lo que es verdaderamente inservible.
No sería descabellado decir que los mercadillos de intercambio mejoran la sostenibilidad del planeta, aunque sea poco.

El equilibrio dinámico energético está necesariamente afectado por el material. Los recursos energéticos clásicos (denominados no sostenibles), como el carbón, el gas y el petróleo, implican en sí mismos la existencia material limitada de dichos recursos.
Si hablamos de las denominadas energías renovables, aparece el factor tecnológico. El más marcado es el de la energía fotovoltáica.
Para fabricar un panel fotovoltáico hace falta silicio. La cantidad de silicio del planeta no es infinita, por lo que existe una superficie máxima de paneles a fabricar. Y en este punto aparece el equilibrio económico, pues los países con reservas de silicio están subiendo el precio de éste.

Además, no es del todo cierto que estas energías sean infinitas. Es probalbe que estemos muy lejos de este punto, pero... si llenásemos el mundo de molinos de viento, dejaría de haber viento, porque la energía del aire en movimiento se gastaría entera al mover tantos aparatos.
Y si no hubiese viento, no habría borrascas ni anticiclones, se romperían todos los ecosistemas del mundo. Como ya dije, todo depende del ritmo al que queramos extraer energía, en este caso, del viento.

La energía nuclear de fisión (la actual), la fotovoltáica, la geotérmica, incluso la nuclear de fusión (la actual panacea de la energía) también tienen sus límites de equilibrio, aunque actualmente los veamos muy lejanos.

No hay que olvidar que los humanos somos voraces devoradores de energía, y que lo hacemos a un ritmo que se incrementa exponencialmente. Hasta la revolución industrial, las necesidades energéticas de la humanidad eran, comparadas con las actuales, prácticamente cero.
Cuanta más energía consumimos, más queremos, incluso inventamos nuevas necesidades artificialmente (a esto, algunos lo llaman consumismo). Ahora se nos hace imprescindible que la comida venga en neveras, estar continuamente comunicados por móvil, tener luz en las calles, las casas caldeadas, llegar más rápido a todas partes,...

La tecnología permite que cada persona sea más productiva, ingrese más dinero, y quiera utilizarlo en tener mejor tren de vida. Esto tiene diversas consecuencias:
   -Hacen falta más servicios.
   -Si el mismo trabajo puede ser realizado por menos personas, las demás, ¿qué hacen?
El sistema se retroalimenta, huyendo hacia adelante. Los que tienen dinero quieren más cosas y trabajar menos, (si se invierte en tecnología entiendo que es por estos dos motivos).

La evolución lógica de esto es que cada vez los horarios de trabajo fuesen más cortos. Pero visto lo visto no parece que el mundo esté siguiendo ese camino. Así que ahora, una opinión que espero que abra el debate:

Podríamos reducir a la vez el gasto energético y el paro
recuperando procesos productivos menos tecnológicos y menos rentables.

Esto es: reduciendo la dinámica tecnológica, el ritmo de cambio de nuestro 'primer mundo'.
Imaginemos que para una nueva patente, se obligase a un estudio económico-sociológico, igual que para determinadas carreteras se necesita un estudio de impacto ambiental:

'Este nuevo sistema de fabricación permite hacer el doble de cosas con la mitad de mano de obra'...'esto implica que el 75% de los trabajadores del sector se irán al paro, así que habrá trabajadores de sobra y podré pagarles la mitad, yo ganaré el doble e incrementaré el desequilibrio social y económico'...

¿Os lo imagináis?

9 dic 2010

De la sostenibilidad (II): sobre los límites del equilibrio

Como decía en el anterior texto, nuestro mundo debería estar en equilibrio dinámico, pero este equilibrio tiene límites y excederlos lleva al desequilibrio.

El proceso dinámico puede estudiarse a muchas escalas, tanto espaciales como temporales. En escalas grandes de tiempo, podríamos hablar de cómo el planeta tierra estabilizó su órbita alrededor del sol, de cómo los animales comenzaron a compensar el exceso de oxígeno que había en la atmósfera (debido a la fotosíntesis de las plantas), de la evolución de las especies,... todos estos cambios obligan a que el equilibrio evolucione, sea cada vez diferente.

A gran escala espacial, el planeta tierra es capaz de asumir cambios y evolucionar en su equilibrio, pero para todo hay un límite. A mayor tamaño, mayor capacidad para asumir cambios y evolucionar hacia un nuevo estado de equilibrio.

De la misma forma, el equilibrio dinámico depende en gran medida de la velocidad con la que se producen los cambios.

Un ejemplo: si tenemos un bosque de 5 hectáreas, con árboles de 4 años, y cada año talamos una hectárea de árboles 'adultos' de ese bosque, y a continuación lo replantamos, podremos alcanzar un nuevo equilibrio en el tenemos árboles de 0 años, de 1, de 2, de 3 y de 4 años. El bosque, con nuestra ayuda, es capaz de asumir el cambio y alcanzar un nuevo equilibrio.

Imaginemos que el petróleo tardase 1.000.000 de años en formarse. Actualmente hay unas reservas en torno a 150.000.000.000 de toneladas (depende de las fuentes). Eso significa que si gastásemos 150.000 toneladas de petróleo al año, e hiciésemos lo necesario para que otras tantas toneladas se comenzasen a formar (enterrando algas bajo capas de arena, o algo así), de aquí a que se acabara el que existe, ya tendríamos nuevas reservas. El problema es que esas 150.000 toneladas le duran 19 minutos al mundo desarrollado.

'No es que el petróleo no sea un recurso sostenible,
es que sus límites de sostenibilidad no nos son rentables'


Los análisis de sostenibilidad a gran escala suponen cálculos como por ejemplo:

   -¿cuántas personas pueden comer de lo que produce el planeta?
   -¿cuántas personas pueden respirar esta atmósfera sin agotar el oxígeno?

Lo alucinante del equilibrio dinámico es que son los pequeños desequilibrios los que producen la evolución.
Y si los cambios son grandes, el nuevo equilibrio tardará más, será más difícil de prever y es muy posible que no nos guste nada.

De la sostenibilidad (I): sobre el equilibrio dinámico metaestable

¿Qué es la sostenibilidad? ¿Cómo saber si algo es sostenible?

Entiendo  que es sostenible aquello que se podría seguir haciendo por siempre, porque se compensa en sí mismo, de manera que se pueda repetir hasta el infinito.
(Ejemplo biblíco: intentar vaciar el mar con un caldero)

Actividades sostenibles por sí mismas hay pocas. Pero sí es posible combinar varias acciones, de manera que en una proporción adecuada, se neutralicen entre sí.
(Ejemplo: llenar la despensa al mismo ritmo que se va vaciando)

Hasta hace poco, la sostenibilidad nos la explicaban en el colegio con un pequeño ecosistema, como por ejemplo una charca. Y es que no hace tanto tiempo que la actividad humana, fuese la que fuese, no influía (o al menos no éramos conscientes) en el ecosistema global del planeta. La posible extinción de las ballenas fue una de las primeras llamadas de atención hacia la insostenibilidad de nuestras acciones.

Hablar de sostenibilidad es, en cierta medida, hablar del equilibrio necesario entre los fenómenos que deben compensarse entre sí. Matemáticamente, se diferencian tres tipos de equilibrio: el estable, el inestable y el metaestable.

El equilibrio estable es aquel que, al ser perturbado, tiende naturalmente a volver al equilibrio.
(ejemplo: una canica en el fondo de un bol: si la empujas se moverá, pero terminará volviendo al fondo del bol)

El equilibrio inestable es aquel que, al ser perturbado, tiende naturalmente a alejarse del equilibrio, y cada vez más rápido.
(ejemplo: un bolígrafo puesto en vertical sobre una mesa)

Los equilibrios reales siempre son una cosa intermedia, y se denominan metaestables. Serán estables o inestables dependiendo de la potencia de la perturbación. Imaginemos que la esfera que está dentro del bol en el primer ejemplo, empezase a crecer. Llegaría un momento en el que podría apoyarse en el bol, pero la esfera (ya del tamaño de un balón de baloncesto), está más fuera que dentro y con un golpe puede salirse. Si sigue creciendo, hasta que tenga el tamaño de un elefante, una leve brisa puede tirarla.

El análisis de un estado de equilibrio empieza por definir qué limites tiene, es decir, qué potencia de perturbación lo convierte de estable en inestable.

Para hablar de sostenibilidad, debemos introducir otro concepto importante: el equilibrio dinámico.
El que una serie de fenómenos estén en equilibrio no significa necesariamente que no ocurra nada. El equilibrio dinámico supone que, aun ocurriendo cosas, todo permanece igual. Hay un ejemplo clásico: en un río, el agua siempre se mueve, pero el nivel en la ribera se mantiene siempre que esté en equilibrio; nos preocupamos si el nivel sube o baja, ¡pero nos preocuparíamos mucho más si el agua no fluyese!

En resumen, y descrito matemáticamente:

La sostenibilidad consiste en mantener los fenómenos y actividades en un equilibrio dinámico, siempre dentro de sus límites de estabilidad.

Presentación y Bienvenida.

Ante todo me gustaría presentarme. Soy un gallego que sobrevive en Madrid, con estudios de arquitectura -con minúscula- e intereses en la Ingeniería, el Diseño y el Arte.

 Estudié arquitectura, aunque suene infantil, porque me gustaban tanto dibujar como las matemáticas (claro que suena infantil, yo tenía seis años). No tardé mucho tiempo en darme cuenta de mi error, porque también me gustaban el café y el ketchup pero nunca se me ocurrió mezclarlos.

Bienvenidos a un blog cutre, en el que pretendo contar cosas que, desde mi punto de vista, pueden interesar a diferentes personas.

¿Y de qué voy a hablar? Me gustaría que de muchas cosas, aunque el concepto de hombre renacentista, el que lo sabía todo acerca de todos los temas, es hoy en día utópico. Y porque sinceramente, hay cosas de las que preferiría no saber nada, o mejor aún preferiría que no existiesen.